martes, 14 de agosto de 2012

LA FIESTA DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA


Este miércoles 15 de agosto, la Iglesia
Universal celebra la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, recordando
que la Madre de Jesucristo fue llevada en cuerpo y alma al cielo.


“Es una gran alegría contemplar a María en el
cielo, cerca de su Hijo, como Madre que intercede por los hijos que estamos en
la tierra. Si ella tuvo su asunción, cada uno de nosotros está llamado también a
subir”, señala el padre Olivier D’Argouges, religioso asuncionista.




Agregó que “la escalera (para subir al cielo)
son las bienaventuranzas (Mt. 5. 1-12), hacer vida el mandamiento de amarnos los unos a los
otros, de aceptar en nuestra vida, como ella, la presencia de la cruz, para
poder después contemplar al resucitado como ella lo hizo después de la
resurrección de Cristo. Es una fiesta de esperanza, que nos pide dejar un poco
nuestras preocupaciones y levantar los ojos al cielo”.




El Padre D´Argouges recomienda que la mejor
forma de vivir esta fiesta de la Asunción es celebrar la eucaristía y visitar
algún santuario mariano en familia, “para encontrarse con María y a través de
ella con Jesucristo”.




El Papa Pío XII declaró el 1 de noviembre de
1950 el dogma de la Asunción de la Virgen María, quien, señala el texto, “luego
de su vida terrena, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial”.




Al respecto, el beato Juan Pablo II precisó que
el cuerpo de la Virgen “fue glorificado después de su muerte”.




Fuente: Iglesia.cl

domingo, 12 de agosto de 2012

EL AÑO DE LA FE




























Este Año de la Fe comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50º
aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de
noviembre de 2013, solemnidad de Cristo Rey del Universo. Será un momento de
gracia y de compromiso por una conversión a Dios cada vez más plena, para
reforzar nuestra fe en Él y para anunciarlo con alegría al hombre de nuestro
tiempo
(Benedicto XVI)



El fin de este año convocado por nuestro Santo Padre, lo podemos resumir en estos puntos:




1) "Invitar a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador

del
mundo".



2) "Comprometerse a favor de una nueva evangelización para
redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar
la fe".



3) "Suscitar en todo creyente la aspiración a confesar la
fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y
esperanza".



4) "Comprender de manera más profunda no sólo los
contenidos de la fe sino, juntamente también con eso, el acto con el que
decidimos de entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios".



Este
último objetivo es el que más recalca el Papa. Le interesa subrayar la
inseparabilidad del acto con el que se cree y de los contenidos a los que
prestamos nuestro asentimiento:


- El acto de fe sin contenidos nos conduce a la total subjetivación de la fe.


- Los contenidos, sin el asentimiento de la fe, instruyen nuestra mente, pero
no nos unen a Dios ni son capaces de transformar nuestra vida, de convertirla al
Dios vivo. Sólo si la profesión de fe desemboca en confesión del corazón podemos
hablar de una fe madura, bien formada, capaz de producir frutos en los
demás.




¡LOS ESPERAMOS!