jueves, 6 de junio de 2013

SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI





El domingo 2 de junio celebramos la fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo, celebramos no sólo que Cristo haya querido quedarse con nosotros en este mundo, en el Pan de la Eucaristía, sino, que también celebramos el Amor Divino de Dios, quien entregó a su único Hijo para nuestra Salvación. La Eucaristía es extensión de ese Amor Divino, hacia todos los hombres, para ser salvados y vivir en la unidad del Padre y del Hijo. "El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él". Jn. 6. 56. Y en Juan 17, 21, Jesús ruega al Padre: "para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste."


 


La procesión con nuestro Señor, presente en forma real en la Eucaristía, se llevó a cabo como culmen de la santa misa, por las calles cercanas a nuestra parroquia. Donde muchos fieles se congregaron para adorar a Jesús en el Santísimo Sacramento y manifestar, de manera pública, por las calles, la Fe en Jesucristo nuestro Salvador. Los niños de catequesis escoltaron al Santísimo con velas encendidas, como señal de ser luz para los demás llevando a Cristo Vivo, durante toda nuestra vida.


 
























A los pies de nuestro Maestro, adoramos a nuestro Redentor.