lunes, 3 de agosto de 2009



San Juan María Vianney
4 de agosto de 2009-
150 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO


Este gran sacerdote nació en Francia en 1789. Creció en una Francia “cocinada” en la gran Revolución que dio origen a tanto movimiento político y de pensamiento para Europa y el mundo. En este ambiente no propicio para la vida cristiana, con un quiebre de la sociedad que desestabilizó las cosas, que dio lugar a una Iglesia empobrecida en muchos aspectos, con un florecimiento en el librepensamiento que apartaba los corazones del Evangelio de Jesús, creció este humilde habitante de un pequeño pueblo.


Carente de capacidades intelectuales que le hicieron muy costoso el estudio para ordenarse sacerdote, y considerado por los clérigos contemporáneos como el sacerdote apropiado para ir a un pueblo insignificante dentro de la antigua y basta Diócesis de Lyon.

Alli desarrolló un ministerio caracterizado por una dedicación suave y perseverante. Con una actitud muy humana y cercana hacia sus parroquianos, alejados de la fe tanto por la ignorancia como por las malas costumbres. Su vida intensa de oración, su catequesis permanente hacia las personas que lo escuchaban, sus largas caminatas en visita a los fieles fue cambiando el rumbo de las cosas.

Tenido por ignorante, no fue menos sabio, aunque no con la sabiduría de este mundo. Tuvo que pasar momentos duros por la maledicencia de la gente (que nunca faltará) arriesgándolo todo por cuidar a los más desprotegidos. Desarrolló con gran fruto el ministerio de la Reconciliación, pasando largas horas en el confesionario. Al punto que de muchos lugares de Francia acudían para escuchar sus consejos.

Nada propicio fue el tiempo para Juan María Bautista Vianney, así su nombre completo, pero no fue obstáculo para vivir su vocación y su ministerio con la sabiduría de siempre en la Iglesia. Esa sabiduría que podrán discutir, cuestionar y criticar los sabios de este mundo pero que sigue siendo la fuente de vida para muchos sedientos de la Vida en abundancia.

Si hay un sacerdote que nos alienta en valorar el Ministerio Sacerdotal que se recibe por el Sacramento del Orden; que nos hace levantar la cabeza para mirar con alegría la meta de la vida, que demuestra con sus propios actos el camino del combate cristiano, este es San Juan María Vianney.

A 150 años de su fallecimiento, sea este el homenaje de un sacerdote como él que también crece en un ambiente hostil al Evangelio de Jesús y a su Iglesia. Que tiene una sociedad de consumo más interesada en vivir para las cosas de este mundo. Ignorante en la fe. Pero también sedienta del Manantial de la Vida: Jesús.

Oren por mi. Oren por todos los sacerdotes del mundo. Es posible el servicio en la santidad.

P. Joaquín Rafael DJ
PÁRROCO

1 comentario:

  1. Ma. del Rosario Grimaux6 de agosto de 2009, 2:53 p.m.

    Que lindo conocer la vida de este santo Sacerdote para seguirlo como ejemplo, no sólo los Sacerdotes sino, también, todo cristiano que esta llamado a buscar y saciarse del alimento que dá la VIDA, Jesús.
    Gracias padre Joaquín por su reflexión.
    Que el Señor lo bendiga y la Virgen lo proteja.-

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