viernes, 30 de julio de 2010

DIFUNDIR LA VERDAD: ES NUESTRA MISIÓN




Marcha 13 de Julio, frente al Congreso.

QUERIDOS HERMANOS:





Estamos en un momento social que nos obliga como ciudadanos y como cristianos a tener una respuesta clara, un pararse no sólo en lo que se promociona de acuerdo a los intereses sectoriales, sino ante lo que nos define como Nación y que toca directamente nuestra condición de ciudadanos libres con derechos que deben ser respetados.



Mucha y falaz información ha llevado a muchos cristianos, incluso sacerdotes, a asumir posturas irreconciliables con el Evangelio de Jesús, y consecuentemente, con la Iglesia. Pero la Iglesia no somos un "sector" de la sociedad que defiende derechos privados, sino que somos servidores de la verdad, no sus dueños, como nos decía el Card. Bergoglio en el Congreso.



Como servidor de ustedes, siento profunda preocupación de que el rebaño se aleje de su Señor. La confusión que provoca la mala información y formación de muchos cristianos los lleva hoy a tener más de un maestro. Y los discípulos de Jesús no podemos tener más que un solo Maestro. Porque si no, como dice el Señor, "aborreceremos a uno y amaremos al otro".



Los argumentos en bien de la familia que con gran ecuanimidad fueron planteados en la manifestación del 13 de julio pasado frente al Congreso, demuestran que esta hora es la hora del bien y la verdad que los cristianos no ponemos como opción política, sino como necesidad ciudadana. Por otra parte, no deja de haber dudas en la conciencia de muchos "si estaremos haciendo bien", apabullados por el temor de discriminar personas o de apagar el amor. Me gustaría dar todas las respuestas a sus inquietudes, y por estos medios la hay y abundante. Es claro que la nueva situación sociopolítica implica una nueva acción evangelizadora con acentos que no teníamos pensados.



Los invito a asumir la audacia y la coherencia que este tiempo nos exige. Se han terminado los tiempos de los cristianos tibios. Las palabras de Jesús son claras: “El que no está conmigo está contra mi”. Lo estamos viendo en el día a día, ahora no sólo con los hechos, también con las palabras. Pues bien, es la hora de que nosotros también seamos testigos del Evangelio no sólo con los hechos, también con las palabras.



Que el Señor los bendiga.



P. Joaquín Rafael DJ








1 comentario:

  1. hola chicos!! recien veo el blog!
    buenisimo!!
    saludos para todos1!
    La Virgen de Lujan nos ayude!
    beso
    Mònica

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