sábado, 16 de octubre de 2010

No entiendo la misa... ¿para qué ir?





En cada consagración se renueva

el sacrificio de la cruz y se realiza

nuestra salvación









La Santa Misa es la celebración dentro de la cual se lleva a cabo el sacramento de la Eucaristía. Su origen se remonta a los primeros tiempos de la Iglesia, en donde los apóstoles y los primeros discípulos se reunían el primer día de la semana, recordando la Resurrección de Cristo, para estudiar las Escrituras y compartir el pan de la Eucaristía.





La Santa Misa es una reunión del Pueblo de Dios y es el medio de santificación más perfecto, pues en él conocemos a Dios y nos unimos a Jesucristo y a toda la Iglesia en su labor santificadora.





Durante la misa nosotros participamos estrechamente en la vida y misterio de Jesucristo, por Él, con Él y en Él, ofreciendo nuestras obras, ofreciéndonos nosotros mismos, pidiendo perdón por nuestros pecados y, con esto, alcanzamos gracias para toda la Iglesia, reparamos las ofensas de otros y rendimos una alabanza de valor infinito porque lo hacemos por medio de Jesucristo.





El hombre con frecuencia tiene poco tiempo para dedicarse a las cosas de Dios. Tiene poco tiempo para conocerlo y entenderlo. La Iglesia, consciente de este problema y sabiendo que si sus miembros no conocen a Dios no podrá cumplir con la misión que le ha sido encomendada, ha querido asegurar que se le dedique un tiempo a la semana a este conocimiento de las cosas de Dios y ha dado un mandamiento: Oír misa entera los domingos y días de precepto.





Con este mandamiento, la Iglesia asegura que sus miembros conozcan los lineamientos del Fundador y de esta manera "no perderán el estilo", no olvidarán su fin último y se esforzarán por cumplir su labor personal dentro de la Iglesia.





El Señor te pide sólo una horita a la semana ... ¿se lo vas a negar?









lunes, 4 de octubre de 2010

BAUTISMO DE NIÑOS DE CATEQUÉSIS






Facundo y Leila


El domingo 3 de Octubre, como estaba previsto, fueron bautizados los chicos que se estan preparando para la Primera Comunión y aún no habían recibido el Sacramento del bautismo. En la misa para los Niños, de los domingos a las 11 hs, nuestro Párroco confirió este Sacramento a Facundo y Leila en un momento diferente de nuestras Misas Habituales. Leila había sido admitida al Bautismo el domingo

anterior, y Facundo al inicio de la Celebración de esta misa de Bautismos, fue también admitido. Los chicos participaron con vivo interés y atención al recibir la gracia de este Sacramento.



El Sacramento del Bautismo es la puerta de entrada a la Iglesia, y también necesariamente el primer Sacramento que alguien puede recibir. Así es que estos chicos, que quieren llegar a Cristo y tenerlo como su único Señor y Maestro, ahora se acercaron decididamente por este nuevo vínculo al Señor, siendo revestidos de su Espíritu Santo.


                                                     









Por el Bautismo somos liberados de la mancha del pecado original y nos hacemos hijos de Dios por la gracia, formando parte del nuevo pueblo de Dios, la Iglesia. Toda la comunidad presente se comprometió en acompañar a Leila y Facundo en su caminar como cristianos. Al final de la Misa recibieron un regalo de la Comunidad que testimoniaba con este gesto la alegría de contar con dos nuevos hermanos en la Fe.







También en esta Misa se cerró el Mes de la Biblia, y los chicos que habían participado recibieron algunos premios sorpresa por su interés a lo largo del mes donde hicieron algunos trabajos con las Sagradas Escrituras.








Un ambiente de familia del Señor fue el marco de estos lindos momentos a los que estamos invitados todos los que hemos renacido del agua y del Espíritu.







La liturgia estuvo toda orientada a esta gran celebración y compartimos las palabras de Jesús cuando le dice a Nicodemo que es necesario nacer del agua y del Espíritu.









COMENZÓ EL MES DEL ROSARIO


El rezo del santo Rosario


Buenos Aires, 4 Oct. 10 (AICA)




El viernes 1 de octubre comenzó en todo el mundo el Mes del Rosario, dedicado a la devoción recomendada por los Sumos Pontífices, y durante los 31 días de este mes, en todas las iglesias y oratorios se rezará el Rosario en honor de la Santísima Virgen. También se recomienda rezarlo en el seno de las familias.





El origen de esta oración contemplativa como la conocemos hoy se remonta a finales del siglo XII, y fue promovida por Santo Domingo de Guzmán a partir de una visión que tuvo de la Virgen, que le pidió que lo rece como un arma eficaz para lograr la conversión de las almas





Por su parte, la fiesta de Nuestra Señora del Rosario se instituyó a partir del triunfo en la batalla de Lepanto el 7 de octubre de 1571. En esa ocasión el papa San Pío V había pedido a los cristianos que rezaran el rosario por la flota. El Pontífice instituyó la fiesta de Nuestra Señora de la Victoria el 7 de octubre y al año siguiente, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebre el primer domingo de octubre por ser el día en que se había ganado la batalla. En la actualidad, la fiesta se celebra nuevamente el 7 de octubre y todo el mes está dedicado al Rosario.





En este marco, se realizan varias campañas de oración con el Rosario, entre ellas, la campaña de Oración por las Misiones, “Octubre Misionero”, y la de los niños que rezan por la paz en todo el mundo conocida como “Un millón de niños rezando el rosario”.