El primer fin de semana de este mes de septiembre, la comunidad parroquial vivió un momento especial por la fiesta del Nacimiento de la Santísima Virgen María.
Los adultos que se están preparando para los Sacramentos de Iniciación lo hicieron el sábado 4 de septiembre en la misa vespertina. Allí, mediante una oración de consagración, pusieron su vida y su discipulado en las manos de la Madre de los Discípulos.
Y el domingo 5, los niños de Primera Comunión hicieron su Consagración a la Santísima Virgen.
Junto a estos jóvenes y niños, la Comunidad vivió la conciencia del amor de María como Madre que acerca a los discípulos a Jesús.
Junto con estas especiales vivencias, también la Comunidad dio gracias al Señor por los 50 años de fidelidad de Dios con el matrimonio de Máximo y María Castro, vecinos y miembros de la Comunidad. Junto con sus hijos y nietos vivieron la Eucaristía del Sábado 4 de septiembre como la gran Acción de Gracias. Allí también renovaron sus votos matrimoniales. En ellos se puso de manifiesto cómo es posible la perseverancia en el vínculo del matrimonio, no sin todos los momentos de cruz y de necesaria purificación por el cual pasan todos los matrimonios. Demos gracias al Señor también nosotros porque para todos, lo que el Señor hace en un hermano, lo hace con nosotros.
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