martes, 7 de septiembre de 2010

Septiembre: MES DE LA BIBLIA




La intención es que durante este mes, en todas las comunidades cristianas, se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios





Propuestas para escuchar la Palabra


- La lectura diaria de los textos bíblicos litúrgicos es una excelente ayuda para profundizar en la Palabra de Dios. De esta manera nos unimos a toda la Iglesia que ora al Padre meditando los mismos textos. También nos acostumbramos a una lectura continuada de la Biblia, donde los textos están relacionados y lo que leemos hoy se continua con lo de mañana. La lectura diaria de los textos (para lo cual “Liturgia Cotidiana” que edita Editorial San Pablo es una excelente herramienta) constituye una "puerta segura" para escuchar a Dios que nos habla en la Biblia.





- ¿Has leído alguna vez un evangelio entero "de corrido"? Es muy interesante descubrir la trama de la vida de Jesús escrita por cada uno de los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Muchos detalles y relaciones entre los textos que cada evangelista utiliza quedan al descubierto cuando uno hace una lectura continuada. Este mes es propicio para ofrecerle a Dios este esfuerzo. Te recomendamos la lectura del evangelio de Marcos. No es muy largo, en unas horas se puede leer. Al ser el primero de los sinópticos, los otros (Mateo y Lucas) lo siguen en el esquema general. Por lo tanto es una muy buena "puerta de entrada" al mensaje de Jesús.





- Otra posibilidad para poner en práctica este mes (y tal vez iniciar un hábito necesario y constructivo) es la oración con los salmos. Los mismos recogen la oración del Pueblo de Dios a lo largo de casi mil años de caminata del pueblo de Israel. Nos acercan la voz del pueblo que ora con fe, y la Palabra de Dios, que nos señala esta manera de orar para acercarnos y escuchar sus enseñanzas. En los salmos podemos encontrar una inmensa fuente de inspiración para la oración.





Entronizar la Palabra de Dios en nuestros hogares





Es poner en un lugar destacado de la casa nuestra Biblia, o bien nuestro Nuevo Testamento. Durante este mes de Septiembre, busquemos ese lugar apropiado, importante, por donde todos pasan y lo ven. Un punto de referencia para que cada miembro de nuestra familia se vea, en cierto modo, obligado a mirar el Libro de la Palabra de Dios.

Preparamos convenientemente. Que no falte una vela y algún otro ornamento, como flores frescas, etc. Cada día toda la familia, de ser posible, se reúne un momento ante la Palabra de Dios y dice una oración, o bien lee un párrafo de la Palabra y terminamos rezando las oraciones por todos conocidas a modo de que los más chicos, o los más olvidados, recuerden las oraciones principales del cristiano. La más indicada para este momento sería el CREDO que rezamos en la Santa Misa y que es todo lo que creemos resumido en esa oración.




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