El feriado martes 21 de febrero, se realizó en la parroquia, como estaba anunciado, un retiro espiritual como preparación para el tiempo de Cuaresma, predicados por el padre Joaquín DJ y el padre Natanael DJ. Un retiro de silencio, meditación y oración para profundizar en nuestra vida de hijos de Dios y auténticos discípulos de Jesucristo.
El curso de Retiro Espiritual es una ocasión para profundizar en el espíritu de oración, para mejorar nuestra respuesta a la llamada personal que Dios nos hace y para concretar propósitos de vida cristiana.
La Iglesia considera que los Retiros o ejercicios de carácter espiritual son un camino eficaz muy recomendable para el progreso espiritual de todos los fieles cristianos (cf. Concilio Vaticano ll, Decr. Apostolicam Actuositatem, nº 32).
El grupo de treinta personas aproximadamente, que participamos de este retiro de Cuaresma, tuvimos, como finalización del mismo, la celebración Penitencial continuado de la celebración de la Santa Misa.
¿POR QUÉ RETIRARSE A REZAR?
El ritmo de los acontecimientos nos introduce fácilmente en un espiral de ruido y ajetreo, que hace difícil pararse a reflexionar sobre nuestra fe y nos preguntamos:
Qué me falta?
Qué o quién puede dar sentido a mi vida?
Es como descubrir unvacío que la abundancia de cosas no logra calmar. Los rios afluyen al mar y, sin embargo, el mar nunca rebasa, dice la Biblia. Como nosotros: nunca lleno del todo.
El corazón del hombre es un espíritu que nunca acaba de sentirse plenamente satisfecho, ¿qué necesita? Un experto de esa aventura del corazón que buscó el sentido - San Agustín- y por eso tremendamente actual, expresó con sencillez la experiencia de su búsqueda: nos hiciste, Señor, para tí y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en tí:
Los días de retiro son días de paz y serenidad.
La soledad y la tranquilidad libremente buscada, la meditacion en torno a la figura y palabras de Jesús, su presencia eucarística en el sagrario hacen posible el diálogo y el encuenro personal de cada una y de cada uno con ese Dios que nos ama tanto.
Conocer y amar a Jesús, conocernos a nosotros, hacernos capaces de amar de verdad a los demás:
Tres cosas fundamentales en las que merece la pena invertir una pequeña parte del tiempo de nuestra vida con la ilusión de mejorar - como hicieron los cristianos de los primeros siglos - el mundo en que vivimos.
"Se necesitan heraldos del evangelio, expertos en humanidad que conozcan a fondo el corazón del hombre de hoy, y al mismo tiempo que sean contemplativos, enamorados de Dios. Para eso se necesitan nuevos santos (...). Debemos suplicar al Señor que aumente el espíritu de santidaad en la Iglesia y nos mande nuevos santos para evangelizar el mundo de Hoy." (Juan Pablo ll).