“No teman, porque les
traigo una buena noticia, una alegría para todo el pueblo: Hoy en la ciudad de
David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc. 2, 10-11).
Estas son las
palabras que el Ángel dijo a los pastores en la aquella Noche Santa, la Noche
de Belén, cuando el Hijo de Dios se hizo hombre y, naciendo en una pobre gruta,
vino a habitar entre nosotros. Ese anuncio es una invitación para que también
hoy cada uno reciba al Salvador. Vivamos esta Navidad como una fiesta de la fe,
Dios viene a nuestro encuentro. Como una fiesta de la esperanza en un mundo
cargado de desaliento y conflictos, pues Dios está con nosotros y no abandona a
su pueblo.
No importa cuán
lejos estemos, acerquémonos todos esta Navidad a Jesucristo. Hagámosle un
espacio en nuestra vida al Niño que nace. Abramos nuestro corazón al Emanuel,
al Dios con nosotros, participando en Misa, volviendo a la Confesión, ayudando
a nuestros hermanos más necesitados, perdonando viejos rencores, amando de
verdad a los que tenemos más cerca.
Aprovecho la
oportunidad para saludarlos afectuosamente en esta primera Navidad que paso
siendo Párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de Luján y de los Ss. Ap.
Pedro y Pablo, como Dios lo ha querido. El anuncio del Ángel a los pastores
resume lo que mi corazón sacerdotal quiere hacer en medio de esta comunidad
parroquial: proclamar la alegría del encuentro con Jesucristo. Desde ya me
pongo a su servicio y disposición.
Con los
pastores entremos en el Pesebre de Belén bajo la mirada amorosa de la Virgen
María, silenciosa testigo del nacimiento de Jesús. Pidámosle a Ella que nos
ayude a vivir una Santa Navidad, que nos enseñe a custodiar en el corazón el
misterio del Dios hecho hombre, Jesucristo, y que nos guíe a testimoniar en el
mundo su Verdad, su Amor y su Paz.
Mis mejores
deseos de una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo.
Rezo por
ustedes, recen por mí.
Padre Agustín Villa
Cura Párroco
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